Happening. Término acuñado por Allan Kaprow en 1959. Es una
manifestación colectiva que requiere la participación activa del público y en
la que el proceso tiene tanto interés, si no más, que el resultado. Los
artistas que utilizan este método muestran un claro rechazo a la manera
tradicional de la creación de la obra de arte. Su origen proviene del
desarrollo del Assemblage y del Environment y se inicia y desarrolla
principalmente en Estados Unidos, siendo sus protagonistas: John Cage, Kaprow,
Jim Dine, Rauschenberg o Lichtenstein, entre otros. Fuera de América el
happening fue utilizado por el grupo Gutai en Japón y por el grupo Fluxus.
Íntimamente ligado al Teatro, a las acciones y al Arte de la Performance, el
happening recuerda ciertas manifestaciones del futurismo y del dadaísmo, y
seduce a muchos artistas Pop, pero también a artistas conceptuales y
partidarios del body art.
El origen del happening habría que buscarlo en el
Surrealismo, en el llamado Teatro de la crueldad de A. Artaud y en la práctica
misma del collage (entendido éste en su sentido más amplio, que abarca tanto
fragmentos u objetos como acciones o personas).
El Happening establecía una relación estrecha con el
público, inmerso, generalmente, en los espectáculos, reclamando su
participación. En el happening intervenían, además, tres medios expresivos: el
plástico-visual, el musical (sonidos y ruidos) y el teatral (monólogos y
diálogos), aunque a veces incorporaban olores.
A pesar de que hacían uso de situaciones espontáneas, no se
trataba de meras improvisaciones; el artista-creador preparaba un guión en el
que se indicaban el escenario y las acciones, aunque dejaba los detalles a la
libre elección de los actores-espectadores. Los trabajos del músico John Cage
-sobre todo, sus conciertos en Black Mountain (1951-1952)- podrían considerarse
un precedente histórico del Happening.
Las representaciones de los happenings se realizaban,
generalmente, al aire libre, aunque también se desarrollaban en espacios
cerrados (tiendas, almacenes, metros, etcétera). El carácter abierto de sus
estructuras y la indeterminación espacio-temporal (a veces estas acciones se
realizaban en distintos locales y ciudades e, incluso, en diversos momentos,
con la intención de romper con el sentido estático del teatro tradicional),
hacían casi incompatibles estas manifestaciones con las instituciones
artísticas usuales (museos y galerías).
Con ello, los creadores de happenings pretendieron
mantenerse alejados de los habituales círculos de comercialización. Sin
embargo, muchos de estos espectáculos tuvieron como escenario importantes
galerías, como la Reben Gallery de Nueva York.
Fue en los Estados Unidos de América donde se realizaron
las primeras manifestaciones de happenning, estimuladas por las obras
neodadaístas de Jasper Johns y de Rauschenberg. En la Reben Gallerg, Kaprow
montaría, en octubre de 1959, su primer happening, que llevaba por título 18
happenings in 6 parts.
A este siguieron otros, como Coca Cola Shirley Cannonball?,
A Spring Happening, The Courtyard, A service for the Dead. Kaprow se sentía
muy cercano al automatismo de la «action painting», en especial al de Pollock,
porque existían diferencias notables, pues mientras ésta prescindía de la
capacidad crítica de reflexión, el «arte acción» de Kaprow activaba no sólo la
imaginación, sino también la reflexión, así como el distanciamiento del
espectador con respecto a la acción.
Con similar intensidad, y dentro del contexto americano, han
realizado happenings Robert Whitmann, que trabajó, fundamentalmente con
celofán; Claus Oldenburg, que utilizó objetos en movimiento (los hombres
entraban, asimismo, en la categoría de “objetos”); y Jim Dine. Para algunos
críticos, estos montajes no fueron más que manifestaciones antiburguesas; un
rechazo o una crítica al conformismo desplegado por los artistas pop.
El happening realmente comprendía la extensión de una
sensibilidad artística, o más precisamente una sensibilidad
"collage-entorno" a una situación compuesta también por sonidos,
duraciones de tiempo, gestos, sensaciones, incluso olores. Sus raíces permanecían
en el estudio del artista y no en el teatro. No se suministraba al espectador
un modelo de libreto y carácter; en cambio se lo bombardeaba con sensaciones
que debía ordenar bajo su propia responsabilidad. Ésta era la esencia de una
obra como El patio de Allan Kaprow. Aquí uno de los ejecutantes era un hombre
que andaba lentamente en bicicleta, en círculos alrededor del espacio de la
representación. Lo que usted elaborase con esto, si se encontraba allí, era
cuestión suya.
Muchos artistas pop, incluyendo a Jim Dine y Claes
Oldenburg, estuvieron mezclados con los happenings. Quizás el más recordado de
todos los eventos de Nueva York en este período sea El accidente
automovílistico de Jim Dine, que se representó en la Galería Reuben en
noviembre de 1960. Las fases sucesivas (que duraron como veinte minutos en
total) eran una alegoría de laEn los Estados Unidos, la moda de los happenings
decayó, no sólo a causa de que los propios eventos perdieron su novedad, sino
porque su papel les fue gradualmente robado por el teatro experimental o teatro
fuera de Brodway. Éste adoptó no sólo muchas de las técnicas, sino también el
nuevo ethos que los happenings ayudaron a crear. En general, desde principios
de la década del sesenta, la narrativa ha jugado una parte cada vez más pequeña
en el teatro de avant-garde e igualmente ocurrió con la creación de carácter.
Estos cambios brotan del arte contemporáneo.
Muy bien podría haber sido el mayor conservadorismo de las
actitudes culturales en Europa el que hizo que, a pesar de que los happenings
dejaron súbitamente de estar de moda en Norteamérica, hubiera un surgimiento
del entusiasmo por ellos a través del Atlántico, donde se los describió
generalmente como "eventos". Los países donde había quizá más
actividad eran Inglaterra, Alemania y Austria. Fuera de Europa, se crearon
eventos espectaculares en Japón. Los espectáculos montados por los europeos
diferían en muchas maneras de los happenings norteamericanos que les
precedieron.
Eran más abstractos, menos específicos incluso que sus
predecesores. Gran parte de su energía iba a la exploración de situaciones
extremas. A veces, evidentemente, los artistas que tomaban parte en ellos
parecían concentrarse en una búsqueda desesperada de lo inaceptable, de algo
que los devolviese a la posición de rebeldes y enemigos de la sociedad. Al
mismo tiempo, estos eventos europeos eran marcadamente más intelectuales que lo
que se había hecho en los Estados Unidos. Había menos disposición para
considerar esta forma de actividad como un mero retozo en el mundo del arte.
La obra aún más extrema, violenta y terrorífica pertenece a
varios miembros del Grupo Viena en Austria; entre ellos Hermann Nitsch, Otto
Muehl, Günther Brus y Rudolf Schwarzkogler. Muchos de sus eventos y acciones
son irrefrenadas expresiones de fantasía sadomasoquista. Nirsch ha pretendido
que toma sobre sí "lo aparentemente negativo, desabrido, perverso y
obsceno, la pasión y la histeria del acto de sacrificio de manera que USTED se
evita el desdoroso, vergonzoso descenso hacia el extremo". Esto, válido o
no, es un ejemplo de la aspiración hacia la intelectualidad, desconocida para
los realizadores norteamericanos de happenings de principios de la década del
sesenta. El polo opuesto a la obra de este tipo estaba representado por el
Estilo Bonito, la actitud estudiada, y las "performances" de los
ingleses Gilbert y George.s palabras del título.
La propuesta original del happening artístico tiene como
tentativa el producir una obra de arte que no se focaliza en objetos sino en el
evento a organizar y la participación de los "espectadores", para que
dejen de ser sujetos pasivos y, con su actividad, alcancen una liberación a
través de la expresión emotiva y la representación colectiva. Aunque es común
confundir el happening con la llamada performance el primero difiere de la
segunda por la improvisación, dado que es difícil una real improvisación, por
la imprevisibilidad.
El happening en cuanto a manifestación artística es de muy
diversa índole, suele ser no permanente, efímero, ya que busca una
participación espontánea del público. Por este motivo los happenings
frecuentemente se producen en lugares públicos, como un gesto de sorpresa o
irrupción en la cotidianeidad. Un ejemplo de ello son los eventos organizados
por Spencer Tunik en los cuales se implican a masas de gente desnuda.
Resulta imposible hablar del happening y no hablar de su
creador por asi llamarlo, hablamos de Allan Kaprow, nació en Atlantic City,
Estados Unidos, en 1927. Alumno de Hans Hoffman, sus inicios estuvieron marcados
por el expresionismo abstracto primero y después por el collage. En el año
1959, su exposición 18 Happenings in 6 parts, marcó el comienzo de una nueva
forma de arte que incluía actividades que requerían la participación del
espectador y que se extendió por Europa y Estados Unidos. Falleció en
Encinitas, California, el 5 de abril.
Allan Kaprow ocupó un lugar esencial en la historia del arte
del siglo XX al estar en el origen y desarrollo de la forma de arte que
denominamos happening, del que se le considera unánimemente su fundador. Su
obra 18 happenings in 6 parts que tuvo lugar en la Reuben Gallery de Nueva York
en otoño de 1959, bautizó con este nombre, happening, una compleja serie de
actividades de artistas norteamericanos y europeos que consideraban que el arte
no podía desligarse de la vida y en el que el espectador entraba a formar parte
de la obra de arte. Murió el pasado miércoles 5 de abril de causa natural en su
casa de Encinitas, California, a los 79 años de edad.
La trayectoria artística de Kaprow se inicia en el campo de
la pintura siendo alumno de Hans Hoffmann en Nueva York. A partir de 1952 fue
abandonando el expresionismo abstracto para pasar al collage, realizado con
materiales diversos (papel de periódico, fotografías, telas, comida...), a los
objetos y al espacio. En sus ensamblages de objetos diversos, realizados para
unos espacios determinados, el espectador fue adquiriendo un papel cada vez más
importante.
El curso de música experimental dirigido por John Cage en la
New School for Social Research de Nueva York (en 1956-1958) tuvo a su vez para
Kaprow una influencia fundamental en su interés por crear una forma artística
que aproximara el arte a la vida.
Sus environments se mostraron inicialmente en importantes
galerías y museos: Beauty parlor (1957-58), en la Hansa Gallery de Nueva York;
Stockroom (1960), en el seno de la exposición Motion in art del Moderna Museet
de Estocolmo; Yard (1961), realizado en el jardín de la Martha Jackson Gallery
de Nueva York; Push and pull (1963), esponsorizado por el Museo de Arte Moderno
de Nueva York; todos ellos ponían en cuestión la noción de escultura para ser
ambientes transitables y perecederos.
Paralelamente, sus primeros happenings tenían lugar en
espacios fuera del circuito artístico: apartamentos, almacenes, gimnasios...
como su famoso Courtyard (1962). En l970 pasó a llamarlos actividades. Sus
obras se dedicaban a hacer perceptibles pequeños gestos cotidianos y a
involucrar a los participantes, orquestando micro eventos.
Cuando lo invité a crear una acción en el Centro de Cultura
Contemporánea de Barcelona, en septiembre de l995, ideó Clean, en donde dos
performers limpiaban el patio, ya impoluto, del Centro, mientras otros dos
limpiaban paralelamente el hall, todos conectados mediante walkie-talkies. En
la mesa redonda final, que congregó al artista y sus participantes, Kaprow dijo
que "limpiar es sólo desplazar la suciedad de una parte a otra". Y
añadió: "He aprendido mucho de vuestras historias; quizá haya algo de zen
en ellas: la expresión personal".
Desde los años sesenta, Kaprow ha estado presente en
importantes exposiciones como Happening & Fluxus, en la Kölnischer
Kunstverein, Colonia, en 1970, o, más recientemente, Hors limites, en el Centro
Georges Pompidou y el MACBA de Barcelona (1994).
Sus escritos constituyen una contribución esencial en el
campo del arte alternativo de los sesenta y los setenta, que tanto influiría a
la joven generación actual: Assemblage environments happenings fue publicado en
1966; Untitled essays and other works, en 1967; Sweet wall, testimonials, en
1976, y Essays on the blurring of art and life, en l993.
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