El Museo Guggenheim Bilbao es un museo de arte contemporáneo diseñado por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry y localizado en la villa de Bilbao en el País Vasco. España. La característica más llamativa del museo es el innovador edificio en el que se emplaza, constituido por formas curvilíneas y retorcidas, recubiertas de piedra caliza, cortinas de cristal y planchas de
titanio.
En este museo se presentan creaciones casi siempre de grandes dimensiones, en las que los artistas tratan de crear espacios por donde puedan deambular libremente los espectadores, sin que tengan que limitarse a la contemplación estática de la obra.
Selecciones de las Colecciones Guggenheim presenta a cuatro artistas que transforman, en diversos grados, el espacio del Museo en una zona abierta en la que el visitante puede descubrir narrativas personales, mitologías privadas, nuevas configuraciones sociales o revelaciones cósmicas. Esta presentación de obras de la Colección Permanente de los Museos Guggenheim es una muestra de la pujanza de sus fondos en este preponderante campo del arte contemporáneo.
Las cuatro obras de esta presentación ponen de manifiesto las diferentes maneras en las que los artistas recientes han utilizado el medio de la instalación. Los diversos elementos que componen la pieza de Matthew Ritchie El problema de la jerarquía (The Hierarchy Problem, 2003) crean una completa metáfora visual de la creación y de la historia del universo. El visitante se imagina líneas invisibles que se conectan en la oscuridad, ramas ensortijadas de diferentes elementos que apuntan a la inmensidad del universo más allá de la comprensión humana.
Esta sensación de permanente descubrimiento también se percibe en la obra de David Altmejd La universidad 2 (The University 2, 2004), un modelo a gran escala que el visitante escudriña para descubrir una críptica iconografía. Hombres-lobo muertos y en descomposición, de los que surgen cristales y joyas como promesa del renacer en medio de una oscura visión de horror y muerte.
Una sensación similar de oscura sensualidad emana de la instalación de Javier Pérez Máscara de seducción (1997), que consta de una serie de elementos procedentes de una performance realizada por el artista. Mediante el empleo de crin de caballo y seda, Pérez entreteje una mitología singular centrada en los vacilantes límites que distinguen el interior del cuerpo del mundo que lo rodea.
Finalmente, la instalación de Rirkrit Tiravanija Sin título (lo prometió) [Untitled 2002 (he promised), 2002] transforma la noción de obra de arte en plataforma para la interacción e improvisación, en la que el público puede penetrar y relacionarse con ella. La escultura de Tiravanija es una recreación en cromo y acero del estudio-residencia a plano abierto construido en 1921–22 por el arquitecto moderno Rudolf M. Schindler, que se activa gracias a la experiencia del público, y va acompañada de un completo programa de actividades. En conjunto, estas obras expresan las múltiples posibilidades que ofrece la instalación como medio de expresión artística.
Ernesto Neto es uno de los artistas más destacados de Brasil. Sus sugerentes esculturas son como hábitats. Al adentrarnos en ellas, nos sumergimos en un mundo sensorial. Desde que en 1995 comenzara a exhibir sus esculturas en el circuito artístico internacional, su arte ha formado parte de las principales exposiciones en galerías y museos de todo el mundo.
El artista brasileño Ernesto Neto (que se autodefine como escultor) concibe sus obras para que puedan ser atravesadas, habitadas, sentidas e, incluso, olidas, lo que permite al espectador experimentar su propio cuerpo, sus sentidos y su mente por medio de la obra de arte. El visitante interactúa con las demás personas del público y con el entorno, viéndose inmerso en una fusión de escultura y arquitectura. Neto afirma: "Lo que tenemos en común es más importante que lo que nos hace diferentes. Me interesa discutir la situación de la humanidad, la temperatura de las cosas que vivimos. El tránsito de las cosas. El lenguaje". Por ello, investiga los aspectos comunes de las relaciones humanas a través de esculturas que apelan a la sensualidad, la corporalidad y la reflexión.
La exposición se desarrolla en estrecha colaboración con el artista y se concibe como un recorrido de alta densidad que permite vivir toda la esencia de su trabajo; una experiencia de olor, color, emoción y lenguaje, de acontecimientos sensoriales. Para Neto, una exposición es un lugar para la poesía donde el visitante puede escaparse de lo cotidiano: "Todo el tiempo recibimos información, pero quiero que aquí se deje de pensar. Que nos refugiemos en el arte. Pienso que no pensar es bueno, es respirar de la vida". El viaje comienza en el Atrio del Museo, que está presidido por una gran obra suspendida del techo, y continúa en las ocho salas de la segunda planta. Cada sala ofrece al espectador una experiencia distinta y requiere un ritmo diferente para la contemplación o interacción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario