Olafur
Eliasson, nacido en Copenhague en 1967, es un artista visual conocido por sus
instalaciones experimentales, escultura, fotografía o cine, es un creador que
se inspira en ciertos motivos e ideas de la reciente filosófica alemana, ideas
que trata de poner en práctica en su obra. Siguiendo esta inspiración, su
propósito no se limita entonces a la creación de obras de arte y a la
experimentación según los modos habituales ya consolidados. Quiere mucho más.
Aspira a educar al espectador para que se abra a nuevas formas de percepción y
de comprensión del mundo a través de su participación e inclusión en la obra de
arte. Estimula sus percepciones y sensaciones para que vea la realidad desde
otros prismas y tenga una experiencia y un conocimiento nuevos de su propia
subjetividad.
Lo que Eliasson nos propone es una transformación de
nuestra manera de observar la realidad, una toma de conciencia de nuestros
prejuicios y condicionamientos para abrirnos a otro modo de relacionarlos con
ella.
Si no demostramos nuestro mundo tal cual lo percibimos
y entendemos mediante nuestra interacción con él, producto de nuestra
configuración espacio-temporal, de la proyección sobre ella de nuestros
conceptos, emociones y sensaciones, nunca podremos abrirnos a experimentar
otros mundos.
Un ejemplo de ello sería su espléndida instalación The
Weather Proyect.
The
Weather Proyect
Un inmenso atardecer es reproducido en la sala de
Turbinas de la Tate Modern de Londres, y que está diseñado para que el
visitante tenga una experiencia, no sólo de la importancia del tiempo
atmosférico en nuestra supervivencia desde tiempos inmemoriales y en la
configuración de nuestras estructuras sociales, sino también de la relación del
tiempo existencial con nuestras limitaciones como sujetos finitos.
¿Qué caracteriza a este artista?
Lo característico de este artista es que entiende el
mundo desde la perspectiva Kantiana de la configuración de la realidad por
parte del sujeto que proyecta sus esquemas subjetivos para dar un sentido
cultural al mundo. Por ello, con su arte, trata de fomentar otro tipo de
miradas sobre el mundo con percepciones y sensaciones nuevas.
A veces, a través de sus juegos visuales, puede
producir una experiencia de puras sensaciones, es decir, no reflexiva,
consiguiendo que el espectador salga de sí mismo y se vea en medio de la obra,
o puede provocar la participación activa del sujeto en ella.
Nueva
York Waterfalls
La instalación de cuatro cascadas en el East River de
Manhattan o teñir de color verde con pigmentos ecológicos efímeros las aguas de
Estocolmo, Tokio, Los Ángeles o Noruega, entre otros (Green River), pone
de manifiesto su voluntad de ejercitar nuestros sentidos hacia otras
posibilidades de percibir y experimentar esa otra realidad configurada por los
efectos de nuestra intervención cultural sobre ella.
Green
River
Otra de las obras en las que podemos ver la clara
participación del espectador es Your uncertain shadow (colour).
Al entrar en un espacio aparentemente vacío, detecta
una hilera de pequeños y brillantes focos de colores en el suelo. Al pasar por
delante, el espectador proyecta, sobre la pared blanca opuesta, múltiples
sombras que cambian de color, intensidad y tamaño en función de su posición. El
espacio y la escala son así reevaluados a partir de este mecanismo,
aparentemente sencillo, pero de gran eficacia.
Your
uncertain shadow (colour)
En 2016, Eliasson visita el palacio de Versalles para
realizar la obra llamada Waterfall, una cascada de gran magnitud
diseñada gracias a una grúa, un sistema de agua y una manguera que invitan al
visitante a interactuar con el palacio y sus inmediaciones de una manera
diferente.
Waterfall
(grúa)
El Gran Canal de Versalles vive así una nueva vida gracias
a un sistema que reutiliza el agua y con ella provoca una caída de 40 metros.
Gracias a esta obra y otros como la cascada de Nueva
York, podemos decir que la materia prima de Eliasson es el agua.
Waterfall
Cambiando de materia prima, pero relacionándose
indirectamente con el agua, nos encontramos con la obra titulada Your solar
nebula, que consta de un grupo de 328 esferas de vidrio que se asemeja a
una masa dispersa de grandes gotas de agua. La parte posterior de cada esfera
está marcada por tres pequeños círculos de color: un círculo de espejo plateado
en el centro, un círculo de pintura negra a la derecha y un círculo de pintura
amarilla a la izquierda. En el exterior de las esferas, una pintura negra plana
cubre los tres puntos para que los colores y el acabado del espejo sean
visibles solo cuando el visitante mira dentro de las esferas.
Your
solar nebula
Las esferas son de cinco tamaños diferentes y
descansan sobre bastidores de alambre individuales. Su disposición no presenta
una lógica geométrica regular, pero sugiere una formación natural, como la
posición de las estrellas en una galaxia espiral recién formada.
Your
solar nebula
La ubicación y el tamaño de los círculos de colores
hacen que las esferas parezcan totalmente reflectantes cuando se ven de frente.
Sin embargo, al mirar las esferas desde diferentes ángulos, el espectador puede
reconocer que la superficie reflectante es solo una parte de un sistema más
grande de colores y transparencia presente en cada esfera.
Your
solar nebula
En 2011, presenta Your shared planet como una
secuencia de caleidoscopios de formas y colores individuales, descansando sobre
un marco metálico unificado. El trabajo, que varía en forma de triangular y
hexagonal a rómbico y cuadrado, invita al espectador a convertirse en un
coproductor activo del espacio caminando a lo largo del lado curvo y abierto de
la máquina de visualización.
Your
shared planet
Moviéndose a lo largo de las aperturas a la altura de
los ojos, se despliega una vista facetada del espacio circundante, en colores
cambiantes de amarillo a verde, turquesa y azul. Los extremos cónicos de los
cuatro caleidoscopios están sincronizados en su orientación a un punto de fuga
articular.
Your
shared planet
El proceso de ver el espacio a través de una secuencia
de caleidoscopios produce reflexiones fragmentados aparentemente infinitas;
emerge una forma esférica, la imagen de un espacio compartido y, en última
instancia, un planeta compartido
Your
shared planet
De arte efímero y socialmente inquisitivo podríamos
calificar la obra Ice Watch, creada para concienciaar a la sociedad
sobre el peligro que suponen para el planeta el cambio climático y el aumento
de la temperatura de los mares. La pieza, un conjunto de bloques de hielo
extraídos de forma sostenible de las aguas de Groenlandia y colocados en dos
puntos clave de la ciudad de Londres el 11 de diciembre. La elección de la
fecha no es gratuita: la idea era hacer coincidir el comienzo del deshielo con
la COP24, la cumbre sobre el clima que se celebraba en Polonia del 3 al 14 de
diciembre. Para la extracción y el traslado de las masas de agua congelada,
Eliasson contó con la colaboración del geólogo danés Minik Rosing.
Ice
Watch
El propósito de Eliasson es mostrar cómo se funde el
hielo en tiempo real, de forma tangible: “hacer más explícitos los datos
científicos para poderlos sentir de primera mano”. Mientras los políticos
debatían en la cumbre de Polonia, los bloques del artista se iban fundiendo
poco a poco para finalmente desaparecer. Una metáfora elegante, plástica y
certera de la insensibilidad del ser humano frente a la huella que deja en el
planeta.
Ice
Watch
No hay comentarios:
Publicar un comentario