domingo, 8 de diciembre de 2019

OLAFUR ELIASSON



Olafur Eliasson, nacido en Copenhague en 1967, es un artista visual conocido por sus instalaciones experimentales, escultura, fotografía o cine, es un creador que se inspira en ciertos motivos e ideas de la reciente filosófica alemana, ideas que trata de poner en práctica en su obra. Siguiendo esta inspiración, su propósito no se limita entonces a la creación de obras de arte y a la experimentación según los modos habituales ya consolidados. Quiere mucho más. Aspira a educar al espectador para que se abra a nuevas formas de percepción y de comprensión del mundo a través de su participación e inclusión en la obra de arte. Estimula sus percepciones y sensaciones para que vea la realidad desde otros prismas y tenga una experiencia y un conocimiento nuevos de su propia subjetividad.
Lo que Eliasson nos propone es una transformación de nuestra manera de observar la realidad, una toma de conciencia de nuestros prejuicios y condicionamientos para abrirnos a otro modo de relacionarlos con ella.
Si no demostramos nuestro mundo tal cual lo percibimos y entendemos mediante nuestra interacción con él, producto de nuestra configuración espacio-temporal, de la proyección sobre ella de nuestros conceptos, emociones y sensaciones, nunca podremos abrirnos a experimentar otros mundos.
Un ejemplo de ello sería su espléndida instalación The Weather Proyect.
    The Weather Proyect

Un inmenso atardecer es reproducido en la sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres, y que está diseñado para que el visitante tenga una experiencia, no sólo de la importancia del tiempo atmosférico en nuestra supervivencia desde tiempos inmemoriales y en la configuración de nuestras estructuras sociales, sino también de la relación del tiempo existencial con nuestras limitaciones como sujetos finitos.
¿Qué caracteriza a este artista?
Lo característico de este artista es que entiende el mundo desde la perspectiva Kantiana de la configuración de la realidad por parte del sujeto que proyecta sus esquemas subjetivos para dar un sentido cultural al mundo. Por ello, con su arte, trata de fomentar otro tipo de miradas sobre el mundo con percepciones y sensaciones nuevas.
A veces, a través de sus juegos visuales, puede producir una experiencia de puras sensaciones, es decir, no reflexiva, consiguiendo que el espectador salga de sí mismo y se vea en medio de la obra, o puede provocar la participación activa del sujeto en ella.
    Nueva York Waterfalls

La instalación de cuatro cascadas en el East River de Manhattan o teñir de color verde con pigmentos ecológicos efímeros las aguas de Estocolmo, Tokio, Los Ángeles o Noruega, entre otros (Green River), pone de manifiesto su voluntad de ejercitar nuestros sentidos hacia otras posibilidades de percibir y experimentar esa otra realidad configurada por los efectos de nuestra intervención cultural sobre ella.
    Green River

Otra de las obras en las que podemos ver la clara participación del espectador es Your uncertain shadow (colour).
Al entrar en un espacio aparentemente vacío, detecta una hilera de pequeños y brillantes focos de colores en el suelo. Al pasar por delante, el espectador proyecta, sobre la pared blanca opuesta, múltiples sombras que cambian de color, intensidad y tamaño en función de su posición. El espacio y la escala son así reevaluados a partir de este mecanismo, aparentemente sencillo, pero de gran eficacia.
    Your uncertain shadow (colour)

En 2016, Eliasson visita el palacio de Versalles para realizar la obra llamada Waterfall, una cascada de gran magnitud diseñada gracias a una grúa, un sistema de agua y una manguera que invitan al visitante a interactuar con el palacio y sus inmediaciones de una manera diferente.
    Waterfall (grúa)

El Gran Canal de Versalles vive así una nueva vida gracias a un sistema que reutiliza el agua y con ella provoca una caída de 40 metros.
Gracias a esta obra y otros como la cascada de Nueva York, podemos decir que la materia prima de Eliasson es el agua.
    Waterfall

Cambiando de materia prima, pero relacionándose indirectamente con el agua, nos encontramos con la obra titulada Your solar nebula, que consta de un grupo de 328 esferas de vidrio que se asemeja a una masa dispersa de grandes gotas de agua. La parte posterior de cada esfera está marcada por tres pequeños círculos de color: un círculo de espejo plateado en el centro, un círculo de pintura negra a la derecha y un círculo de pintura amarilla a la izquierda. En el exterior de las esferas, una pintura negra plana cubre los tres puntos para que los colores y el acabado del espejo sean visibles solo cuando el visitante mira dentro de las esferas.
    Your solar nebula

Las esferas son de cinco tamaños diferentes y descansan sobre bastidores de alambre individuales. Su disposición no presenta una lógica geométrica regular, pero sugiere una formación natural, como la posición de las estrellas en una galaxia espiral recién formada.
    Your solar nebula

La ubicación y el tamaño de los círculos de colores hacen que las esferas parezcan totalmente reflectantes cuando se ven de frente. Sin embargo, al mirar las esferas desde diferentes ángulos, el espectador puede reconocer que la superficie reflectante es solo una parte de un sistema más grande de colores y transparencia presente en cada esfera.
    Your solar nebula

En 2011, presenta Your shared planet como una secuencia de caleidoscopios de formas y colores individuales, descansando sobre un marco metálico unificado. El trabajo, que varía en forma de triangular y hexagonal a rómbico y cuadrado, invita al espectador a convertirse en un coproductor activo del espacio caminando a lo largo del lado curvo y abierto de la máquina de visualización.
    Your shared planet

Moviéndose a lo largo de las aperturas a la altura de los ojos, se despliega una vista facetada del espacio circundante, en colores cambiantes de amarillo a verde, turquesa y azul. Los extremos cónicos de los cuatro caleidoscopios están sincronizados en su orientación a un punto de fuga articular.
    Your shared planet

El proceso de ver el espacio a través de una secuencia de caleidoscopios produce reflexiones fragmentados aparentemente infinitas; emerge una forma esférica, la imagen de un espacio compartido y, en última instancia, un planeta compartido
    Your shared planet

De arte efímero y socialmente inquisitivo podríamos calificar la obra Ice Watch, creada para concienciaar a la sociedad sobre el peligro que suponen para el planeta el cambio climático y el aumento de la temperatura de los mares. La pieza, un conjunto de bloques de hielo extraídos de forma sostenible de las aguas de Groenlandia y colocados en dos puntos clave de la ciudad de Londres el 11 de diciembre. La elección de la fecha no es gratuita: la idea era hacer coincidir el comienzo del deshielo con la COP24, la cumbre sobre el clima que se celebraba en Polonia del 3 al 14 de diciembre. Para la extracción y el traslado de las masas de agua congelada, Eliasson contó con la colaboración del geólogo danés Minik Rosing.
    Ice Watch

El propósito de Eliasson es mostrar cómo se funde el hielo en tiempo real, de forma tangible: “hacer más explícitos los datos científicos para poderlos sentir de primera mano”. Mientras los políticos debatían en la cumbre de Polonia, los bloques del artista se iban fundiendo poco a poco para finalmente desaparecer. Una metáfora elegante, plástica y certera de la insensibilidad del ser humano frente a la huella que deja en el planeta.
    Ice Watch

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