Desde sus inicios, las instalaciones se han planteado
los límites de la obra de arte, están ligadas a la reflexión sobre el museo, el
mercado y los espacios expositivos y vinculan la creación a un lugar
específico, otorgando valor a ese espacio y constituyéndose en él. Pueden ser
permanentes o efímeras, entrañan la participación del espectador mediante
diversos procedimientos, propician experiencias en relación con el espacio, la
percepción y los significados y pueden estar constituidas por objetos de
cualquier materia y forma, pudiendo ser incluso inmateriales o mixtas.
Una instalación artística es un género de arte contemporáneo
que surge en la década de los años 1960 en la idea de que la obra prevalece
sobre sus aspectos formales. Es parte de la forma experimental artística, se
exhibe por un tiempo predeterminado y se puede presentar en cualquier espacio.
Una instalación se realiza en y para un contexto y espacio determinado1. Por
definición, tiene una duración determinada y, por ende, entra dentro de lo que
se conoce como arte efímero. En la mayoría de los casos permite una interacción
activa con el espectador.
La intervención artística de espacios es una
manifestación propia del arte contemporáneo conceptual. El artista propone el
concepto dentro de un contexto deseado, las instalaciones pueden presentarse en
cualquier espacio y ser realizadas con los más variados materiales, medios
físicos, visuales o sonoros, incluso en ocasiones intervienen otras disciplinas
artísticas como la fotografía, el videoarte o el performance. Se utiliza
cualquier medio para crear una experiencia de interacción con el espectador
para despertar sentimientos o reflexiones. Motivan la percepción sensorial en
cualquiera de los sentidos, ya sea vista, oído, gusto, tacto y olfato.
La instalación artística no solo es el montaje y el
ordenamiento de objetos producidos o intervenidos en un espacio o ambiente; las
instalaciones tienen sentido en las ideas fundamentadas que concibe y presenta
el artista en su obra física o intangible y lo que éstas provocan en la
interacción con el espectador. La completa experiencia estética es parte
fundamental de la instalación, a diferencia de obras que se ubican en una
sala.
Origen
Muchos encuentran el origen de este género en artistas
como Marcel Duchamp y el uso de objetos cotidianos resignificados en espacios
de galerías y museos como obras artísticas. Sin embargo, se puede decir que el
más cercano precedente está dado en los Environments (ambientes). Unos de los
creadores de los “Environments” fue el artista norteamericano Allan Kaprow con
obras realizadas a partir de 1957. En una entrevista sin fechar publicada en
1965 Kaprow decía acerca de su primer Environment: “Yo simplemente rellené toda
la galería. Cuando abres la puerta te encuentras en medio de un ambiente
integral. Los materiales eran diversos: sábanas de plástico, envoltorios de
celofán, trozos de cinta adhesiva, pedazos de esmalte rajados y manchados y
piezas de ropa coloreadas”. También había luces colocadas en medio de todo esto
y “cinco maquinas de escribir desplegadas alrededor del espacio tocando sonidos
electrónicos que yo había compuesto”. Desde ese momento la creación de
instalaciones devino una importante corriente del arte moderno, principalmente
a partir de la década de 1990.
Otro antecedente interesante puede ser la exposición
de 1958 en Paris del artista francés Yves Klein que consistía en una habitación
vacía y aunque el término no surgió hasta la década de 1970, este gesto es a
veces visto como la primera instalación, en el sentido en que se entiende el
término en la actualidad.
En 1961, en Nueva York, Claes Oldenburg creó un
ambiente, Counter and Plates with Potato and Ham que, en estos momentos se
considera instalación.
Características
Como género dentro de las artes plásticas, la
instalación se supedita a los sitios de arte o emplazamientos para los que ha
sido o fue concebida. Algunas instalaciones son sitios específicos de arte y
sólo puede existir en el espacio para el que fue creada.
El uso de materiales diversos, la asimilación de
diferentes escalas, la libertad de concepto y de la potenciación de la
interactividad entre el producto artístico y el público son algunas de las
características más importantes de esta peculiar manera de concebir obras de
arte. Otro aspecto dentro de la concepción de instalaciones artísticas es el
emplazamiento, en este sentido se hace válido recordar que existen artistas que
en su búsqueda de una mayor interacción social, manifiestan su gusto por los
espacios exteriores o urbanos, mientras que otros continúan creando dentro de
los restringidos límites de las galerías de arte, museos y recintos de exposición.
En la praxis del arte instalativo, más que la
apreciación de la escultura tradicional, cuyo fundamento se establece sobre la
base del trabajo artístico, en la instalación la intención del artista es
primordial debido a su conexión con el Arte conceptual y con las actitudes
comunicativas en su obra.
En el arte de la instalación los artistas pueden hacer
uso de cualquier medio o material, pueden usar desde materiales naturales y
tradicionales hasta los más novedosos medios de comunicación, incluso existen
artistas que han llegado a utilizar la energía pura como el plasma o el fuego.
Otro elemento importante a acotar dentro del género instalativo es que existen
instalaciones en las que el artista incorpora sonidos, olores, sensaciones
térmicas, etc., contribuyendo así a propiciar lecturas más profundas y ricas en
los expectadores. Uno de los creadores de la instalación artística que utiliza
luces es James Turrell.
Artistas
y obras más representativas
Claes
Oldenburg
Larry
Bell
Richard
Wilson
James
Turrell
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