martes, 10 de diciembre de 2019

JAVIER MADERUELO



"SI TÚ NO VAS AL ARTE, EL ARTE VA A TI"
JAVIER MADERUELO


Javier Maderuelo (Madrid, 1950) es Doctor en Arquitectura por la Universidad de Valladolid, Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza, y Catedrático de Arquitectura del Paisaje en el Departamento de Arquitectura de la Universidad de Alcalá. Ha sido, además, profesor invitado en las universidades Nacional de Chile y Lisboa.
Ha participado como profesor en más de cien cursos monográficos y seminarios y ha impartido cursos de doctorado en las universidades de Valladolid, Politécnica de Valencia, del País Vasco y en la Escola Superior Artística do Porto, Oporto.
Ejerce como crítico y ensayista, escribiendo asiduamente sobre arte y arquitectura. Ha sido crítico de arte en diario El Independiente y en la revista Cyan, siéndolo del diario El País desde 1993.
Maderuelo dirige el programa Arte y Naturaleza de la Diputación de Huesca y las publicaciones editadas bajo ese título, así como los cursos que se han celebrado entre 1995 y 1999. Como continuación de ese programa, dirige los cursos sobre Paisaje del CDAN-Fundación Beulas de Huesca.

LA IDEA DE ESPACIO PARA MADERUELO
Para Maderuelo, el espacio de la cultura es el definido por la expresión del arte, que se hace visible en la arquitectura. Y está marcado con nombres específicos y de unas formas características que tienen unos significados diferenciales porque generan emociones peculiares que identifican a sus usuarios con ellos.
 El análisis del papel del espacio en las artes se centra en la escultura y sus desbordamientos, de manera que se establece una especie de dialéctica entre el espacio arquitectónico y el escultórico, rastreando los ricos márgenes que se han generado en los límites de ambas disciplinas y que han dado origen a otros nuevos géneros en los que lo espacial aparece como una de sus características más definitorias.

ALGUNOS DE SUS ARTÍCULOS PUBLICADOS EN EL PAÍS
Hemos incluido estos tres artículos porque nos permiten ver la diversidad de obras que Maderuelo puede analizar debido a su gran conocimiento sobre las distintas técnicas y estilos artísticos.
Dos aproximaciones a Sol LeWitt

La Fundación Botín y la Galería Elvira González presentan sendas exposiciones del prolífico artista estadounidense, padre del minimalismo.


Minimalismo y arte conceptual son dos tendencias que deben mucho a Sol LeWitt (Hartford, 1927-Nueva York, 2008), uno de los artistas más prolíficos e influyentes de la escena norteamericana durante la segunda mitad del siglo XX. Artista reflexivo, inició tardíamente la producción de su extensísima obra realizando esculturas o estructuras, como él prefería llamarlas, de un contundente carácter geométrico y de una poderosa presencia física.
Durante la segunda mitad de los años sesenta, a partir de una "geometría primaria" que se apoya en las figuras más elementales, como el cuadrado y su proyección tridimensional, el cubo, elaboró unos presupuestos de sencillez que se encuentran unidos a una serie de valores relacionados con la noción de orden, y con la voluntad de que la obra no caiga en la representación de algo ajeno a ella misma. Sol LeWitt estudió entonces las posibilidades de manipulación de diferentes elementos muy simples, como la línea recta, el cuadrado y el cubo, trabajando con un repertorio de recursos estructurales particularmente reducido y esquemático: una retícula cuadrangular y una serie de elementos cúbicos utilizados modularmente o formando progresiones. De esta manera desarrolló su vocabulario plástico, que se materializa en obras como sus Incomplete Open Cubes (1974), de los que se puede ver uno en la exposición de la Galería Elvira González.
A la vez que realizaba este tipo de obras se planteó una serie de problemas teóricos en torno a la esencia conceptual del arte, publicados por primera vez bajo el título Paragraphs on Conceptual Art (1967), que conducen a la desmaterialización de la obra artística. Lo que no le impidió seguir produciendo esculturas y obra gráfica: grabados, estampas, carteles, libros de artista y álbumes fotográficos. Aquellas reflexiones le condujeron hacia la elaboración de proyectos para ejecutar dibujos efímeros sobre las paredes de las galerías o los museos.
No se quedó anclado en el reduccionismo minimalista, sino que fue ampliando progresivamente los recursos plásticos
Pero el artista no se quedó anclado en el reduccionismo minimalista, sino que fue ampliando progresivamente los recursos plásticos y los medios de producción. En las dos exposiciones que se comentan se puede intuir la evolución experimentada por el artista a lo largo de su carrera, en la que ha pasado de las estructuras más rigurosamente geométricas y monocromas a servirse de todo tipo de formas y colores, desbordando sus primitivos presupuestos, pero conservando siempre la idea de serie.
Uno de los procedimientos que caracterizan su trabajo es la redacción de proyectos para pinturas murales, sus célebres wall drawings, con los que no ha dejado ninguna posibilidad estructural sin ensayar, ya que ha proyectado y ejecutado más de mil doscientos. Ahora se muestran en Santander 17 de ellos, que permiten seguir la evolución formal y conceptual del dibujo mural del artista. En estas obras, que se borran y desaparecen una vez concluida la exposición, predomina la idea sobre la materialidad y se pone en evidencia el interés por unos procesos creativos en los que participan diferentes artistas que, siguiendo las instrucciones de los proyectos, dibujan las líneas y las formas sobre los muros.

Los espacios de Carlos Bunga

Su obra se sumerge teórica y anímicamente en el conceptualismo, pero se sitúa en un territorio fronterizo en el que la pintura ha reclamado el volumen escultórico.

Durante la modernidad se entendió que el arte de la pintura debía basarse en las cualidades de los pigmentos que se extienden sobre la superficie del cuadro hasta configurar un campo de color. Aquellas ideas que alcanzaron su cenit con Clement Greenberg han sido cumplidamente contestadas por los artistas en el ya casi medio siglo que dura la posmodernidad. Durante este tiempo se ha negado reiteradamente la pintura, el cuadro, el color e incluso la idea de campo. Pero, con idéntico empeño, han surgido otros tantos artistas que han buscado recambios a aquellos conceptos proponiendo nuevas maneras de pintar, de hacer cuadros, de percibir, de comprender y de experimentar la pintura y lo pictórico. Por tanto, no se puede considerar una provocación que la última exposición de Carlos Bunga (Oporto, 1976) se titule precisamente Pintura, pero sí resulta interesante comprobar qué es lo que un artista actual entiende hoy, en 2015, por pintura.

Obviamente, la obra de Bunga se sumerge teórica y anímicamente en el conceptualismo, pero se sitúa en un territorio fronterizo en el que la pintura se ha expandido reclamando el volumen escultórico, la acción escénica y la construcción del espacio arquitectónico. Ciertamente, esto no es nuevo, algunos artistas del Barroco construyeron espacios arquitectónicos con volúmenes escultóricos que eran escenarios teatralizados para desbordar una pintura que se manifiesta triunfante. Pero Carlos Bunga no es un artista barroco ni cae en el vicio del exceso, sino que sirviéndose de materiales modestos, como son el cartón de embalar y la cinta adhesiva, construye espacios reales, especie de hornacinas, falsos muros e incluso estructuras tridimensionales que poseen un indudable sentido de la construcción, pero cuyo destino es convertirse en nuevos soportes para una pintura que niega el cuadro pero que reivindica el espacio. También al contrario que en el Barroco, aquí no hay ni trampantojos ni trucos ilusionistas, los medios materiales y la propia pintura se muestran de forma objetiva, sin intentar ocultar lo que son: cajas de cartón pintadas que ponen en evidencia sus cualidades volumétricas y perceptivas, su inmediatez y su temporalidad, su materialidad y su fragilidad.

El triunfo de la ambigüedad

Dos exposiciones plantean una visión panorámica de la obra del cubano Carlos Garaicoa.

Reconocemos el periodo actual con el calificativo de posmodernidad, al haber renunciado muchos creadores a los patrones sobre los que se apoyaban los ideales, los géneros, los estilos y las formas que caracterizaron a las artes de periodos anteriores. Lo posmoderno no se afianza en lo que es sino en su condición negativa, en lo que no es; no es clasicismo ni es modernidad. Esta es la sensación que produce la obra de Carlos Garaicoa (La Habana, 1967), sin duda un genuino representante de su época, es decir, un creador auténticamente posmoderno. No es pintura, ni es escultura, ni es arquitectura, ni es fotografía, ni es dibujo… Pero su obra participa de manera ambigua de aquellos antiguos géneros que aparecen en ella mezclados para cobrar nuevo sentido a través de la idea de proyecto.
Coinciden en el tiempo dos exposiciones, una en Móstoles (Madrid), otra en Santander, cuyos contenidos son complementarios, ofreciendo el conjunto una visión panorámica del trabajo de este artista que ha sido tocado por la fortuna del mercado, estando su trabajo presente en todas las ferias de arte y en los grandes museos. A pesar de la gran cantidad y diversidad de obras reunidas entre las dos exposiciones, el conjunto no consigue centrar una idea o repertorio de ideas sobre las que comprender cuál es el sentido final que pretenden sus obras, por el contrario, siguiendo la retórica posmoderna, cada obra o cada grupo de obras (trabaja por series) parece apuntar en una dirección diferente del resto, sembrando la incertidumbre en el espectador. Si juzgáramos estas exposiciones desde una metodología académica, esta característica constituiría un grave desdoro para el artista, pero si lo hacemos desde la óptica posmoderna se trata de un cumplido elogio. Con todo, ambos conjuntos permiten reconocer al menos un interés por un tema: la ciudad y su arquitectura.
Ciertamente, la ciudad como tema empezó a interesar a los artistas desde que en el siglo XIV Ambrogio Lorenzetti mostró los efectos de su buen gobierno, llegando a un punto álgido con las acciones de los situacionistas en los años sesenta del pasado siglo, pero todo eso parece ser agua pasada para un artista posmoderno como Garaicoa, quien plantea también situaciones que parecen críticas pero no acaban en una denuncia concreta, que pretenden ser utópicas pero no pasan del umbral de lo cotidiano, que parecen propositivas pero no concretan soluciones. Frente a la ironía, que ha caracterizado buena parte del arte de la modernidad, estas obras ahondan en la ambigüedad como táctica para plantear algunos temas de carácter político, es decir, para trabajar sobre asuntos que atañen a las relaciones sociales entre los ciudadanos y de estos con el poder. Sirviéndose de un lenguaje propio de la crítica social, el artista sueña con imágenes de una realidad en la que las ruinas arquitectónicas se transforman en construcciones ideales que, con ingenio, Garaicoa superpone a las imágenes reales sirviéndose de técnicas gráficas muy depuradas, como dibujar con hilos sobre imágenes fotográficas. Se trata de obras impecablemente resueltas desde el punto de vista técnico, lo que las hace visualmente y espacialmente muy atractivas.

Programa Arte y Naturaleza de la Diputación de Huesca
En esta web puedes encontrar toda la información sobre el programa Arte y Naturaleza gestionado por la Diputación de Huesca y dirigido por Javier Maderuelo.


En la aplicación Issuu, podemos encontrar el libro “Arte y naturaleza 1994/2004” escrito por Alberto Carneiro y Fernando Casas, que nos puede ayudar a entender mejor el programa que desarrolla la Diputación de Huesca.
Hemos incluido en nuestra entrada la siguiente noticia relaciona con este proyecto ya que nos parece interesante y que guarda bastante relación con nuestra carrera.

El programa Arte y Naturaleza llega a los docentes altoaragoneses a través de un seminario impartido en la DPH

Maderuelo y Castro reivindican la difusión del arte contemporáneo a través de la docencia
Acercar el arte contemporáneo, y especialmente, el programa Arte y Naturaleza, al público más joven ha sido el principal objetivo de este curso organizado por el departamento de Artes Plásticas de la Diputación de Huesca. Un seminario que ha contado con la asistencia de más de 35 profesores procedentes de algunos centros educativos de la provincia de Huesca.

En palabras de la técnico de Artes Plásticas de la Institución, Teresa Luesma,"esta propuesta ha significado una buena oportunidad para difundir y dar a conocer a los docentes un programa muy importante desde el punto de vista teórico y práctico de lo que se ha dado en llamar el arte público".
En el curso celebrado en el Salón de Actos de la DPH han intervenido, Javier Maderuelo, director del programa Arte y Naturaleza, y Catedrático de Arquitectura del Paisaje en la Universidad de Alcalá de Henares, que ha hablado sobre "El arte en relación con la naturaleza.". Maderuelo ha hecho un repaso por la historia de la relación entre la naturaleza y el arte contemporáneo, incidiendo en las corrientes nacidas a finales de los sesenta, denominadas "land art" y "earth works", atendiendo a los trabajos de Richard Long, Walter de María, Robert Smithson y Siah Armajani, entre otros.
Desde el área de Cultura se hace un balance muy positivo de esta experiencia educativa que promocionará el arte público entre los escolares altoaragoneses. La iniciativa de la Diputación que ha contado con la colaboración del Centro de Profesores de Huesca ha sido catalogada por los docentes como positiva para trasladar los significados del arte actual a sus alumnos, subrayando la necesidad de repetir en el futuro acciones de este tipo.
Por su parte, Fernando Castro, Profesor de Estética de la Universidad Autónoma de Madrid, ha disertado sobre la trayectoria artística de David Nash, artista invitado por la Diputación para realizar la próxima instalación dentro del programa Arte y Naturaleza. Castro, comisario de esta obra y de la exposición, ha analizado la pieza que el artista galés ha bautizado como"Three Vessels para Huesca en Berdún".
Por último, el critico y teórico de arte ha explicado exhaustivamente las piezas que integrarán la exposición "Vessels" que se celebrará en la Diputación entre el 18 de marzo y el 24 de abril, recalcando uno de los puntos básicos en la trayectoria de Nash que es "el respeto a la naturaleza y al medio ambiente".

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